Cada vez está mas cerca la posibilidad de viajar tras el Covid, ¿verdad? Son millones y millones de personas las que están esperando ansiosas poder regresar a la carretera, aviones y trenes para conocer mundo, otras ciudades, otros países, otras culturas. Pero, ¿sabemos qué es lo que va a ocurrir?
¿Os acordáis que ya os aventuramos cuáles serían las principales pautas para viajar después del coronavirus? Aspectos como valorar la limpieza de los establecimientos, el posible comportamiento de los precios, las preferencias de los turistas o las tarifas aéreas fueron aspectos que tocamos en ese artículo.
Hoy, en cambio, vamos a centrarnos en otros puntos que quizá tienen que ver más con la propia percepción del turista. Por ejemplo, no hay ninguna duda tras más de un año de sufrimiento y sacrificio que los viajes no son ocio, sino también necesidad y recompensa. Está claro que es tiempo libre y que lo hacemos para pasarlo bien, pero también se ha convertido en una urgencia, un pequeño cambio en nuestra vida, una recompensa personal tras todo este tiempo recluidos en casa.
De hecho, nuestras ganas de viajar no serán frenadas ni por la previsible recesión económica. El hecho de viajar tras el Covid implicará la búsqueda de promociones y descuentos. A cambio, el turista ofrecerá una mayor flexibilidad en formas de transporte y establecimientos. También se va a valorar mucho una favorable política de cancelación.
Habrá también una primera fase en la que crecerán los viajes entre nuestras fronteras, a lugares conocidos o familiares y primando los planes relacionados con la naturaleza. ¿Cumplen estos requisitos tus próximas vacaciones?
De lo que no hay ninguna duda es que viajar tras el Covid ha de ser seguro para todos. Para viajeros y para profesionales. Ambos deberán buscar y tomar más precauciones contra el virus. Los establecimientos y medios de transporte que más confianza transmitan tendrán mucho ganado.
Porque es muy previsible también que las personas apuesten, por lo menos a corto plazo, por un transporte privado, evitando los públicos y el contacto estrecho con otras personas. Esto nos obligará a primar los viajes en carretera, así como los alquileres de coche y de autocaravanas.